Sumergida en un mar de deseos y recuerdos de efímeros momentos felices, vaga el alma de esa hada, que en la soledad de su hogar sólo piensa en su Cabello Oscuro, ese caballero que atrapó su atención con la esencia de seriedad y muy buen don para escuchar. Sin emitir una palabra de amor, cautivó un corazón frío y lleno de temor.
“Me presento ante ti mi Caballero Oscuro; Lady Gothic, coraza de piedra e interior de fresa…”
…Arrastrándome por los valles digitales, teniendo como testigo a la luna de plata, fiel compañera y musa inspiradora, logro presentar a tus azabaches ojos estas líneas sin sentido, pero con una fuerte carga de sentimientos. Lo sé, no soy un poeta que con palabras hermosas o rebuscadas puede cautivar hasta el más cristalizado corazón, aunque, quiero presentarme como lo que soy “un alma mortal e ilusionada”
Si, ilusionada con tus besos, esos que saben a la fruta prohibida del Edén, llenan mi mente de pensamientos cargados de perversión y al tocar tus labios me llevan a la más placentera situación, deseando estar en un aquelarre solos tu y yo, retorciéndonos de excitación como si la cama fuera brazas ardiendo de pasión.
Sólo tus besos producen esta lascivia emoción en mí y tú, caballero oscuro, me llevas al éxtasis de la lujuria, a la adictiva sensación de ser tuya conjuntamente con el pensamiento de NO querer regenerarme de la adicción por ti.
Estas situaciones las sueño en silencio, esperando el utópico momento de volverte a ver, mi alma atrapada en un cuerpo dependiente del mundo, se desprende del mismo todas las noches para viajar a donde yo no puedo llegar con el fin de desearte las buenas noches y regalarte ese beso inmortal de pacto amor y lujuria.
OH, músico de mis sueños permíteme soñar contigo, quiero aprender a hacerlo, para que así sea en estos compartir contigo una “Tarde hecha de rosas y de místico azul” [1] en ellos serás solo mío y tus notas de “Do a Do” sean para alegrar mi corazón
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